En un intento desesperado por mantener su nuevo trabajo en un almacén de Gales, Megan presiona a una colega embarazada para que aumente su "tasa", lo que la pone a ella y a su feto en riesgo.

Hace unos años, el continente europeo se vio asolado por un virus que convirtió a la población en monstruosos caníbales. Se logró hallar un antídoto, pero incluso después de curadas, las personas infectadas recuerdan todo lo que hicieron durante su enajenación. Hoy, la última tanda de convalecientes se prepara para reintegrarse en sociedad.

La relación de una joven polaca y un misterioso tatuador toma un giro mórbido y macabro cuando la fascinación que él siente por ella troca en obsesión enfermiza.

Cuando su casero vende la casa en la que vivían hasta ese entonces, Rosie, John Paul y su familia se quedan sin hogar. Con sus pertenencias metidas en su coche, tratan de sobrevivir como buenamente pueden a base de trabajos rutinarios. Incapaces de reconocer cuál es su situación, rechazan la ayuda que les ofrece la madre de Rosie, por lo que se ven obligados a ir de hotel en hotel buscando alguno que acepte la única tarjeta de crédito que les permite pasar la noche a cubierto.

Cuando su novio Ben muere repentinamente en un accidente, la futura madre Charlotte se derrumba al recibir la noticia. Se despierta en la casa de la familia de Ben, una vieja casa solariega en ruinas en medio de la nada con la madre dominante de Ben y su hermanastro controlador que están decididos a cuidar de ella. Apesadumbrada y cada vez más atormentada por visiones posiblemente provocadas por el embarazo, Charlotte comienza a dudar de las intenciones de la familia y sus sospechas aumentan de que pueden estar tratando de controlarla a ella y a su bebé por nacer.