Tony Micelli es un antiguo jugador de béisbol profesional que se muda junto con su hija adolescente Samantha a Connecticut. Allí, desafiando las tradiciones, Tony trabajará como "amo de casa", preparando la comida, limpiando y cuidando la casa de Angela Bower, una ejecutiva que vive con su hijo Jonathan y su alocada madre Mona.

Tras la muerte de su abuela, las hermanas Halliwell descubren que son brujas. Desde ese momento deben aprender a manejarse con sus nuevos poderes y combatir con los demonios que tratan de asesinarlas.

Investigando la teoría de que viajar en el tiempo es posible, el doctor Sam Beckett, un científico convencido de tal posibilidad, un día desaparece tras introducirse en un acelerador de partículas cuántico. Cuando vuelve a aparecer, lo hace en el pasado, pero al mirarse en el espejo no reconoce su rostro y se ve aquejado de una extraña forma de amnesia. A partir de entonces no tiene más remedio que vivir vidas que no son la suya, saltando de una existencia a otra e intentando mejorar el futuro desde el pasado, mientras trata de encontrar la forma de volver a casa.

En el año 2018, debido a los problemas derivados de la superpoblación, la Humanidad ha visto obligada a colonizar los mares y ha creado la Organización de Océanos de la Tierra Unida (UEO), una entidad militar encargada de mantener el orden. La UEO convence a Nathan Bridger, un oficial retirado desde la muerte de su esposa y dedicado al estudio de los delfines, para volver al servicio activo y le asigna el mando del Seaquest DSV, un poderoso submarino con el que deberá patrullar el fondo del mar y velar por la paz en el sistema. La tripulación de este DSV (Deep Submergence Vehicle, es decir, vehículo de inmersión profunda) está integrada por personal militar y científico y entre sus miembros encontramos a un adolescente prodigio graduado magna cum laude en Inteligencia Artificial por la universidad de Stanford y hasta a un delfín parlante... gracias a la tecnología.