A principios del siglo XIX en un pueblo granadino, el fallecimiento de Juan de Vargas deja en la miseria al hijo de éste, Curro. El cura local se hace cargo del muchacho, pero un buen día éste conoce a la hija del usurero, Soledad, y surge el amor. Falto de medios económicos, Curro emigra a América con la intención de enriquecerse y casarse con la muchacha tras volver a España.

En un cortijo cordobés, Soledad despierta una pasión en dos hombres, lo que será motivo de desgracia para ambos cuando el novio de la protagonista en un ataque de celos mata al rival en su presencia.

Dos jóvenes, Coral y Esteban, están enamorados, pero su idilio se ve truncado en una fiesta en la que Coral es importunada por un tipo chulo y pendenciero y Esteban se ve en la obligación de solucionar el asunto. En la pelea, Esteban hiere al otro y acaba en la cárcel. Coral, entristecida, se recluye junto a su hermano en un barrio extremo de la ciudad. Allí es perseguida por las habladurías de quien no la conoce.

Dos hombres pelean y uno de ellos entra en prisión por su rivalidad amorosa con Coral, que se traslada a vivir con su hermano, incitando las habladurías de la gente.

Filemón y Heliodoro, que han ganado un premio de lotería, compran un teatro de variedades y estrenan una zarzuela.

En una época de huelgas y conflictos laborales, Irene, hija de un millonario, duda entre tres pretendientes: un aventurero, un obrero y un aristócrata arruinado.

El Malagueño se enamora de María Luz y se convierte en el jefe de una banda de contrabandistas.

Fernando acaba en la cárcel al no presentar la carta que demuestra su inocencia.