Pablo, es diagnosticado de una enfermedad que le dejará ciego. Deberá decidir entre dejar que la enfermedad siga su curso, o arriesgarse a una operación de resultado incierto.

Un gobernador idealista busca la presidencia de su país. Para lograrla, tres mujeres muy diferentes -con una de las cuales comienza una relación amorosa- le ayudarán a conseguir su objetivo, una meta en la que parece ser que la verdad y las buenas acciones no son bien vistas por los medios de comunicación

Fernando (Osvaldo Benavides) es un diplomático que acaba de conseguir el logro más importante de su carrera: regresar el penacho de Moctezuma a México, y además, está a punto de casarse con la mujer de su vida. Todo es perfección con él, a diferencia de con sus dos primos, Matías (Alfonso Dosal), ex-estrella Pop y rocanrolero fallido, y Dante (Martín Altomaro), para siempre intentando terminar una tesis infinita, mientras vive en el clóset de su mamá. Pero los papeles se invierten cuando Viviana (Marcela Guirado) planta a Fernando en el altar y él se entera de que fue por otro. De golpe Fernando truena, perdiendo el control que ha mantenido toda su vida, robándose el penacho y lanzándose en una venganza demente que puede costarle el pellejo a él, a sus pobres primos que van detrás tratando de salvarlo, y el penacho de Moctezuma a un país que lleva 500 años esperando su regreso.

Nicolás es un fotógrafo que padece epilepsia desde su infancia. Esta circunstancia lo obliga a cuidarse y a llevar una vida que en apariencia es normal pero que le implica varios sacrificios. Isabel, de puertas para afuera, es una mujer con la vida resuelta... pero no es verdad. Tiene una madre enferma y hundida a la que no le queda más remedio que intentar salvar. Isabel y Nicolás se enamoran a pesar de ellos mismos, de sus demonios, sus fantasmas, sus debilidades... Viven una relación que ninguno de los dos se había imaginado porque no se dieron ese permiso hasta cruzarse.