Thomas Crown, un millonario de Boston, un hombre hecho a sí mismo, se aburre de la vida que lleva. Para huir de la rutina, prepara un golpe perfecto: robar un banco y marcharse después a Brasil. Reúne a un grupo de delincuentes, deposita tres millones de dólares en un banco suizo y da el golpe sin dejar pistas. De esclarecer el caso se ocupará una investigadora de una compañía de seguros.

Es Nochebuena, 1950 y un cuerpo carbonizado aparece sobre la nieve del jardín de la casa Butler. Es Wildfred Butler. Ha muerto completamente quemado sin que haya ningún indicio de muerte violenta. El caso se archiva como accidente fortuíto. Veintidós años después llegará un abogado con la orden, por parte del nieto de Butler, de vender la casa. Esta venta reabrirá viejas heridas del pasado en las fuerzas vivas del pueblecito de nueva Inglaterra.

A punto de acabar la Segunda Guerra Mundial, el comandante americano Falconer (Burt Lancaster) dirige un escuadrón de ocho hombres completamente agotados hasta un castillo medieval. El propietario los acoge con la esperanza de que lo defiendan de las tropas alemanas. Pero los soldados tienen otros planes: apoderarse de la fortaleza.

Durante el último año de la II Guerra Mundial, un grupo de hermosas jóvenes, prisioneras en un castillo francés, son utilizadas por soldados alemanes para saciar su apetito sexual. (FILMAFFINITY)