En la pulqueria el apuesto Gerardo, enamorado de Norma su bella psiquiatra, trata de recuperar su potencia masculina mientas el diablo, que ha venido a la tierra para descubrir qué es el amor, se emborracha y pierde su reino.

El escritor Ricardo Garibay llega a Los Ángeles a hablar con el boxeado Rubén Olivares "El Púas", para escribir un libro sobre él, que está con Nacho, uno de sus inseparables amigos. El escritor ve una pelea en la que Olivares gana pero no puede entrevistarlo. Ya en México Olivares por fin le cuenta episodios de su infancia: era un niño pobre, su padre se embriaga, barrió calles, repartía periódicos y lavaba coches. En la escuela tenía problemas porque era peleonero. Ahora tiene tres fieles amigos que nunca se separan de él: Nacho, El Sedas y El Jarocho, y es atendido por un médico y su manager Pancho. Su esposa lo acompaña en sus giras. Entre viaje y viaje, Garibay trata de entender al contradictorio personaje y todos terminan embriagándose. (FILMAFFINITY)

El dolor por la muerte de su padre ha hecho de Laura una mujer fría, altanera y rencorosa. Julia, su millonaria madre, no le ofrece cariño ni atención que le ayuden a superar su amargura; compensa su indiferencia con dinero y cosas materiales. Todo eso, junto con el descubrimiento de una dolorosa verdad en el pasado de su padre, hacen a Laura vulnerable a perder sus valores.

En una vecindad de Tepito muere la vieja Cuquita. Una vecina despierta a su marido El camarón que le pega por hacerlo. Él despierta a su vecino Ramón. Dos teporochos se van llorando a tomar pulque. Chucho, otro vecino, llora mientras arregla el cadáver, y Toño, ahijado de Cuquita, deja su puesto en el tianguis para ayudar. Dice que él la mató pues nunca pudo pagarle que lo recogió cuando los policías ataron a su padre. Carmela, la esposa del ahijado, recuerda que Cuquita le ayuda cuando su marido estaba en la cárcel. Al arreglar el cuerpo Ramón toca a otra vecina y se exita. Dos hermanas presumidas recuerdan que la fallecida las animaba y las ayudaba cuando peleaban. El esposo petrolero de una de ellas le da permiso para que vaya al entierro.

En esta segunda parte, el diablo (Alfonso Zayas) retorna a la tierra en busca de una cura de su perdida de masculinidad; mientras que Gerardo (Jorge Rivero), el rico y apuesto personaje, continúa seduciendo a su amada.