Un traficante de armas sudamericano utiliza una isla de Hawaii como base de operaciones. Un equipo de agentes compuesto por hermosas mujeres es enviado para acabar con él.

Cuando dos agentes federales son asesinados en un hotel de las Vegas, por dos matones profesionales, empieza la más brutal y despiadada racha de crímenes llevada a cabo por una red criminal internacional. Dirigidos por un temido lider del hampa que intenta unir a varios jefes del crimen, sus dominios abarcan las drogas, la extorsión, el tráfico de armas y el juego. Sólo un equipo de especialistas de máxima calidad podrán combatir su más macabro y siniestro plan. Si matar es un arte, hay que combatirlo con sus propias armas. Secuela de Hard Ticket to Hawaii.

Cody Abiliene es un detective privado sin demasiada fortuna desesperadamente necesitado de un buen y bien pagado caso. Llega su oportunidad cuando es llamado para resolver el caso del asesinato del marido de la condesa Luciana. Entrando en los detalles del caso se ve metido de lleno en una compleja trama de espionaje y chantaje.

El juez Robert Wakefield es nombrado por el Presidente de los Estados Unidos para supervisar los grupos de lucha contra la droga y su coordinación con las autoridades de México. Sin embargo su entusiasmo inicial por la posición de prestigio alcanzada se acabará cuando se dé cuenta de que su hija adolescente Caroline, de 16 años, se ha convertido en una drogadicta -hecho que le ocultaba su esposa Barbara-. Mientras tanto, al sur de la frontera, el agente mexicano Javier Rodriguez intenta librar su propia batalla contra la droga.

Una joven contacta con un investigador de lo oculto durante el entierro de su hermana. Él les cuenta que la fallecida ha sido víctima del ataque de un licántropo. Al principio, la chica y su novio se muestran reticentes, pero acabarán por creer al desconocido, tanto que le acompañarán a Europa, a una aldea en la montaña en busca de la líder de un grupo de hombres lobo, la malvada y explosiva Stirba, que resulta ser la hermana del ocultista. Pero la mujer loba no tardará en darse cuenta de la llegada de sus enemigos, y dará las órdenes necesarias para acabar con ellos.