Antoine Verlay, policía terco y un poco iracundo, entra en la OCBC (Oficina Central de la lucha contra el tráfico de Bienes Culturales), gracias a la influencia de su comandante Pardo, su amigo que, como resultado de este movimiento, se convierte en su jefe. Investigador excelente, pero ajeno a todo lo que tenga que ver con la cultura, Antoine va a tener que formar equipo con Florence Chassagne, historiadora del arte muy reconocida y con una imaginación desbordante.

Una mujer policía brillante tiene que sacrificar su carrera en París por el bien de su hijo. Para estar cerca de él, asume nuevas funciones en una estación de policía de una pequeña ciudad, donde nada es tan eficiente y sencillo como lo fue en la sede de París. Inmediatamente tiene que adaptarse a un nuevo equipo que no la esperaba, y a un mundo rural donde los vecinos se conocen desde hace generaciones y donde las noches son terriblemente silenciosas. Pero pronto, los crímenes sangrientos en Annecy y su área, hasta la frontera suiza, resultarán mucho más intrigantes y complejos de lo que ella pensaba. Florence Cassandre es una prestigiosa comisaria de policía de París que solicita su traslado para estar más cerca de su conflictivo hijo adolescente. Allí comenzará una nueva etapa en una comisaría formado por un grupo muy unido y con personajes de mucho carácter.

A diferencia del drama criminal clásico, cada episodio se puede ver de forma independiente. Los personajes y los lugares son diferentes cada vez, cada episodio destaca una ciudad o región diferente. La trama se basa en una investigación vinculada a una leyenda existente o inventada, dirigida por un dúo (a menudo un hombre y una mujer normalmente con algún vínculo) representado por dos actores conocidos. Estos dos personajes no son necesariamente ambos policías, sino que son traídos para colaborar a partir de unos primeros informes difíciles.

Recién transferido a la SRPJ en Estrasburgo, el capitán de policía César Wagner está dejando su huella en su nuevo equipo. César Wagner no siempre tiene el control de su vida. Y por una buena razón: tres mujeres lo ocupan y lo preocupan: su madre, su compañera abogada y su jefa.