Una joven actriz con problemas de ansiedad llama a una línea de asistencia al suicida luego de haber tomado unas cuantas pastillas. Del otro lado se encuentra con Gloria, una verborrágica voluntaria que hará lo que sea para que quienes la contactan cambien de parecer.

Ana vive en Canadá desde hace tres años. Cuando recibe la noticia de que Julián, su primer novio, tuvo un accidente y está en coma, vuelve impulsivamente a Buenos Aires, acompañada de su nueva pareja, J. B. Poniendo en pausa su presente, Ana busca acompañar a la madre y hermana de Julián en la agonía, sin encontrar ya su lugar en esa familia. En secreto, se refugia en el departamento que alguna vez compartió con él. En medio del desorden, escucha sus canciones y revisa los videos de su pasado, reencontrándose con los planes del futuro que no llegaron a construir juntos. Aturdida por la tormenta que nunca llega y por los sueños constantes con Julián y el mar, Ana comienza el duelo de una historia que, a pesar del tiempo y la distancia, parece no haber encontrado aún su final.

Juana y Mara solo se tienen la una a la otra. Desde el trágico accidente de sus padres viven en la granja de su tía y se ocupan de las colmenas y de la producción de miel. La llegada de un primo desde la capital sacude la quietud del campo. El triángulo desestabilizará la unión de las hermanas.

Victoria descubre que está embarazada y está segura de que no se lo quedará. En medio de "las noticias", las opiniones de sus amigas, el cuidado de su abuela senil y un plan para conseguir pastillas abortivas, recibe un mensaje para "Tony", el hombre que solía tener su número de teléfono. Victoria se obsesiona con encontrarlo y siente el deber de entregarle a Tony lo que ella considera "información vital".

Julieta Bonnet habla por teléfono con su novio. Mientras, se dirige a la sala de estar para acompañar a su madre a recibir a un mercantil de arte italiano que lleva una obra particularmente extraña para venderle.