La felicidad suburbana de Sarah se destruye cuando su esposo tiene un romance con su mejor amiga, Charlotte, directora del Club de Madres de Bedford. Expulsada del club presumido, Sarah encuentra un apoyo inesperado entre las malas madres titulares. Los nuevos amigos se vengan de Charlotte y eso conduce a resultados mortales.

Cuando Jack recibe un mensaje misterioso de un encarcelado ex-cliente se entera al poco tiempo que ha muerto y ha sido elaborada una investigación potencialmente mortal que implica corrupción de alto nivel, oscuros secretos sexuales, tráfico de personas y asesinato. Con sicarios junto de él, ex-policías corruptos en cada esquina y el creciente número de muertos, Jack tiene que averiguar lo que está pasando y rápido.

Cuando el paria de la familia, Lucky Flynn, se entera de que su madre se está muriendo, decide conducir hasta el otro lado de Australia para verla, sin llevar nada más que un piano vertical para el viaje. Pero sus planes pronto se ponen patas arriba cuando conoce a la adolescente fugitiva Meg, que está lidiando con algunos de sus propios demonios familiares.