Billy Casper (David Bradley) es un muchacho de aspecto triste que vive en un pequeño pueblo minero de condado de Yorkshire. No va bien en la escuela y comete pequeños hurtos que le reportan algo de dinero. Un buen día, encuentra un pequeño halcón y, lleno de entusiasmo, decide cuidarlo hasta que consiga volar.

Una gran fábrica vidriera en un pueblo en las Midlands cree que es una empresa solidaria. Si hasta reparte un saco de carbón como bono navideño, y siempre ha tenido una buena relación con el sindicato local... Pero sus trabajadores ven las cosas de forma diferente, cuando enfrentan una ofensiva de la administración contra sus salarios y organizan un comité de base que declara una huelga observada por ocho mil obreros de a pie. Ellos prevén la represalia de los patrones, pero seguro que los líderes sindicales en Londres los defenderán, ¿verdad?

Janice está embarazada, y sus padres, con la excusa de que no está preparada para ser madre, la presionan para que aborte. Tal decisión no hará más que agravar sus problemas psíquicos hasta tal punto que acabará internada en un centro de salud mental. Allí se somete, en primer lugar, a una terapia de grupo, que será pronto suspendida por la burocracia hospitalaria, por lo que se le aplicará un tratamiento más tradicional, a base de fármacos y electroshock. Los reproches de sus padres durante las visitas contribuyen a empeorar su situación.