El inspector de la policía de San Francisco Ray Nettles y su compañero Fuzzy detienen a una joven prostituta, pero la llevan a un albergue para mujeres en vez de a la cárcel, para que pueda rehacer su vida en compañía de su hija. Más adelante, cuando el dúo investiga un robo en una zona industrial, son cercados por una violenta banda terrorista dirigida por el sádico Swan. Fuzzy es herido de muerte durante el espectacular tiroteo, pero Swan consigue escapar. Durante la carniceria Nettles consigue detener a una terrorista, la preciosa Claire Manning. Arrestada Claire, Fuzzy amenaza con hacer explotar una serie de bombas por toda la ciudad si no la liberan.

¿Qué tendrá la Cannon para inspirar no uno, sino dos documentales? La respuesta es fácil: cinefilia sin complejos, descaro y dos cerebros, Menahem Golam y Yoram Globus, más grandes que la vida. Si The Go-Go Boys se centra en la tormentosa relación entre los dos primos, Electric Boogaloo analiza las demenciales estrategias publicitarias con que la productora sacudió los cimientos de Hollywood.

Cuando un hombre es asesinado en Moscú, la investigación biónica experimental le trae de vuelta a la vida. A continuación, comienza a buscar a sus asesinos y el dinero que fue robado durante el crimen.