Dolores Volcán, conocida como Lola, es una chica aguerrida, distinta a todas. Su única fuente de felicidad a lo largo de su accidentada vida ha sido su amor por el encantador y romántico Andrés Santacruz. Los apasionados amantes saben desde que eran niños que el suyo es un amor destinado a la eternidad. Por eso, siendo adolescentes, huyen a Las Vegas para casarse a escondidas de los padres del novio. Pero la voluntad de Marcelo Santacruz, padre de Andrés, se impone y, por medio de trampas, la joven Lola tiene que pagar con cárcel la osadía de intentar desposarse con Andrés. En la prisión, y con diez años de condena, Dolores decide renunciar a su amor aunque se le rompa el corazón. Pero el destino insiste y sus vidas se entrecruzan una y otra vez con gran pasión.

40 y 20 cuenta la hostoria de Paco (Jorge “Burro” Van Rankin), un cuarentón divorciado que con una gran inestabilidad emocional a prueba de balas, comparte su inmadurez con su hijo Fran.

Mariela Salvatierra es huérfana y sólo tenía 11 años de edad cuando su abuelo Manuel murió por culpa de Demián Ferrer. Al quedar sola, el destino la obligó a dejar el país al cuidado de Leonardo Del Río, quien también tiene cuentas pendientes con Ferrer. Fueron 15 años los que pasaron lejos, pero ahora Mariela y Leonardo han regresado para enfrentar a Demián Ferrer. Sin embargo, no será sencillo, porque Demián es un empresario muy poderoso y sin escrúpulos, que no respeta ni a su familia. Y por si eso fuera poco, Renata, una muchacha atractiva y deshonesta, llega a vivir a la casa de los Ferrer, se obsesiona con Alonso y hace todo por alejarlo de Mariela.