La misma noche del funeral de su abuela, Lorenzo, un chico de 8 años decide realizar un plan y conseguir los materiales que necesita para jugar a revivirla; inspirado por todas las veces que plantaron flores juntos, busca aplicar la misma lógica para que Felicia vuelva a la vida enterrando una serie de cosas. Y contra todo pronostico, lo logra, perdiéndola de vista en el transcurso.