Ambientación del mito griego en el carnaval de Río de Janeiro. La bella Eurídice visita la ciudad brasileña en vísperas de su famoso carnaval, invitada por una prima que vive en los arrabales. Hasta allí llega en un tranvía cuyo conductor, un guitarrista llamado Orfeo, queda prendado de sus encantos. Sin embargo su relación se verá empañada por las sospechas de su celosa novia.

Un hijo abnegado decide echarle una mano a su madre, que está a punto de perder su peluquería. Al hacerlo, se destapa como el estilista más talentoso de la zona.

Para celebrar la vida y la obra de un creador polifacético – dramaturgo, poeta, socio de los nombres más importantes de la música pop brasileña y, sobre todo, un personaje ilustrado de la historia cultural brasileña - el director Miguel Faria Jr. reunió un elenco incomparable de socios, cantantes, amigos e imágenes raras de archivo que recuerdan su genial sencillez con la espontaneidad, el humor y la libertad de quien charla en la mesa de un bar, exactamente como disfrutaría el eterno Vinicius.

Isolda (Irene Ravache), tía de Dolores (Laura Ramos), envía a su sobrina a La Habana 5000 dólares desde su casa en Río de Janeiro, para que pueda montar el restaurante que tanto desean ambas. Dolores no sabe que los dólares viajan camuflados en el tacón de unos zapatos de baile. Los zapatos llegan a La Habana, pero son canjeados una y otra vez por diversos artículos y distintas personas, sin que nadie sepa lo que esconden en su interior. Cuando Dolores se entera, intenta recuperarlos a toda costa, revolviendo toda La Habana, ayudada por su amigo José (Jorge Sanz) un buscavidas español que se hace pasar por cubano para sobrevivir y Mercedes (María Galiana) antigua ama de llaves, diabética y algo transtornada.