Luis Guridi Películas
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1996
Matías, juez de línea
Matías, juez de línea4.3 1996 HD
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1998
Atilano, presidente
Atilano, presidente4 1998 HD
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1998
Atilano, presidente
Atilano, presidente4 1998 HD
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1994
Justino, un asesino de la tercera edad
Justino, un asesino de la tercera edad6.3 1994 HD
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1994
Justino, un asesino de la tercera edad
Justino, un asesino de la tercera edad6.3 1994 HD
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1985
Un gobernador huracanado
Un gobernador huracanado1 1985 HD
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1987
Tarta-tarta-hey
Tarta-tarta-hey1 1987 HD
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1990
La hija de Fu Manchú '72
La hija de Fu Manchú '721 1990 HD
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2005
La cuadrilla antes de la cuadrilla (cortometrajes 1980-1990)
La cuadrilla antes de la cuadrilla (cortometrajes 1980-1990)1 2005 HD
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2009
De reparto: retrato de un actor
De reparto: retrato de un actor6 2009 HD
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1996
Matías, juez de línea
Matías, juez de línea4.3 1996 HD
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1987
Tarta-tarta-hey
Tarta-tarta-hey1 1987 HD
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1985
Pez
Pez1 1985 HD
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1990
La hija de Fu Manchú '72
La hija de Fu Manchú '721 1990 HD
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1986
Shh…
Shh…5 1986 HD
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1985
Un gobernador huracanado
Un gobernador huracanado1 1985 HD
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1994
Cupido se enamora
Cupido se enamora1 1994 HD
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1970
5.857 1970 HD
En España se agrupan varios episodios formando un bloque. En ellos se ven, a modo de cámara oculta en la propia máquina distintas situaciones de empleados que acuden a escaquearse del trabajo. Cada personaje de los 17 que componen el reparto cumple un rol distinto: la secretaria atractiva, los trabajadores «don nadie», el «cerebrito» de contabilidad, y por supuesto, el jefe autoritario que también agacha la cabeza si es la directora de márketing la que grita. El director del programa es Luis Guridi. Su pretensión respecto a Cámera Café era ofrecer una visión humorística, más o menos realista, del entorno laboral. Todos los estilos de humor, desde el surrealismo a la escatología simple, se dan la mano en esta microserie de corte costumbrista.
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1970
6 1970 HD
El equipo técnico y artístico de "Cámera Café" hace un "spin-in"; repite exactamente el mismo formato de la serie de sketches que seguía a los trabajadores de una empresa en su tiempo de descanso, sólo que en esta ocasión los cambia de ambiente, situándolos ahora en un terreno en el que su ineptitud y vagancia se convierte en algo aún más peligroso: una clínica. Si en el piso 17 los oficinistas dedicaban sus horas de trabajo a meditar delante de la máquina de café, diez plantas más abajo, en el 7, unos médicos hacen lo mismo.