Recien terminado el franquismo, en una idílica y recóndita aldea gallega, vive Breixo, un joven idealista y altruísta. Un día se encuentra con los miembros de una comuna situada en las inmediaciones de su aldea y se deja seducir por su estilo de vida. Decide entonces colaborar con ellos para crear un nuevo régimen basado en el trabajo de la tierra, el contacto con la naturaleza y la ausencia de propiedad privada. Pero todo se complica cuando Breixo se enamora perdidamente de Sonia, una chica de la comuna. El no acepta el amor libre, ni las drogas, ni el ateísmo radical. Con gran tristeza, abandona su aldea. Treinta y tres años después, convertido en un escritor de éxito y con los ideales arrumbados en algún rincón de la memoria, Breixo regresa al lugar donde vivió los mejores años de su vida.

En la década de 1980, Pilar, una mujer corriente, casada, en torno a los cuarenta años, descubre que uno de sus tres hijos es adicto a la heroína. Después de un período inicial de incertidumbre, Pilar entra en contacto con otros padres en situación similar que acuden a un precario centro municipal de ayuda al toxicómano, pero pronto se da cuenta de que son muchas las cosas que tienen que cambiar fuera y dentro de casa para que su hijo se pueda salvar. Así nace su deseo de hacer algo más que lamentarse y emprende junto con otros padres un arduo viaje de denuncia del narcotráfico en Galicia.

Mona (Sabela Hermida) es una mujer a la que todo le va mal. En plena crisis de los cuarenta, sin trabajo, sin pareja, sin dinero y con el sueño de ser actriz decide terminar sus días tirándose por un puente, sin embargo, unas llamadas en el último momento le recordarán que queda poco para su cumpleaños. Lo que parece que puede ser un intento de volver a la normalidad en su vida desencadenará en una semana frenética con todo tipo de situaciones disparatadas.