"Historias de la cripta" comenzó a emitirse en televisión en 1989 con la intención de revindicar el género de terror con el mismo romanticismo que lo hiciera "La dimensión desconocida" de Rod Serling en la década de los 50 y 60. Las historias eran adaptaciones de la colección de cómics de terror que la editorial EC Comics había publicado en los 50, en los que los personajes se veían enfrentados a destinos de lo más tétrico y donde cada historia era presentada por "El Guardián de la Cripta", gran anfitrión del horror, que comentaba detalles escabrosos de cada cuento y que incluso se burlaba con ironía de los lectores. Esta forma de introducir el cómic se conservó en la serie de televisión en la que cada episodio está precedido por un muñeco cadavérico, que resulta una excelente versión del que aparecía en las historias originales de papel.

Basada en la obra original de Agatha Christie, esta miniserie limitada narra las aventuras de Tommy y Prudence 'Tuppence' Beresford mientras la pareja se hace cargo de las operaciones de una agencia de detectives de Londres. El equipo de investigación formado por marido y mujer, Tuppence y Tommy, se enfrenta a una serie de misterios de pequeñas unidades. Cada parte del programa sigue uno de los mini-misterios de los cuentos de 'Compañeros en el crimen', viendo a los atractivos recién casados ​​tras el rastro de joyas perdidas, duendes, chocolates envenenados y más.