Los investigadores de la policía investigan la relación entre las maquinaciones de un asesino en serie y un adolescente que se suicidó.

La película cuenta tres historias de sadismo y perversión que tienen lugar durante el periodo Tokugawa también conocido como Edo. La primera historia trata de una mujer engañada por su amante que decide prostituirse para salvarlo de un presunto destino fatal. La segunda se refiere a una adinerada joven quien gusta de hombres grotescos a causa de un trauma sufrido en el pasado. Finalmente la tercera narra la historia de un sádico shogun quien decide torturar hasta la muerte a una de sus concubinas por no poder darle un hijo, sin embargo ella zafa de la situación al proponerle un juego que él no podrá rechazar.

Consecuencia directa de la 3a película. Oryu busca al niño ciego que ella olvidó y está implicada con una guerra de césped yakuza que ocurre en el Tokio Teatro.

Esta historia ocurre en medio de la era Meiji en Nagoya. Oryu vaga por el país, tratando de limpiar su apellido. Con una recomendación escrita de Kumatora, ella aparece en la puerta de la familia Nishinomaru. Al mismo tiempo, la familia se prepara para la competición de juego en el Festival de Netsuda, que ellos han estado recibiendo para generaciones. Mientras tanto, la familia Kinbara conspira para asumir la competencia. Y ahora fuerzan a Oryu a estar implicado en la lucha …

Junko Fuji vuelve como Oryu la Peonía Roja, yakuza vagante, un viaje de examen de conciencia después de la muerte de su padre. Después del recogimiento de su seguidor de la cárcel, ella es tomada en un pueblo de pesca. Sintiendo su generosidad, ella se queda para trabajar para el pueblo y promete olvidar sus caminos yakuza. Cuando una discusión estalla por los derechos de juego a un festival local, los aldeanos son arrasados por una cuadrilla de gamberros.

En Tokio, un hombre presencia la muerte por envenenamiento de su abuelo y viaja a su ciudad natal, Yattsu Mura, para encontrar al asesino. Heredero de una fortuna familiar, descubre que hay una maldición que pesa sobre la herencia y que se remonta a la época de los guerreros samuráis.