Un asesino se deleita llevando a cabo salvajes crímenes contra inocentes menores de edad cuyo único pecado es el de experimentar etapas de crecimiento en la cual sus hormonas se han puesto inquietas y los han llevado a restregarse entre ellos en busca de placer sexual.

Una joven peluquera entra en el mundo del modelaje al temer represalias de su madre puritana y su ex novio, el acosador.

Jessica y su marido Ian forman una pareja ideal. Él es escritor y ella es propietaria de una boutique. Una mujer desconocida presenta una denuncia por violación contra Ian. El escándalo y la humillación harán que Jessica se derrumbe. Pero desaparece la antigua Jessica, inocente y surge una nueva mujer fuerte, libre, segura de si misma y capaz de amar ahora y para siempre.

Una doctora que trabaja en un hospital psiquiátrico en Australia comienza a investigar las muertes de varios enfermos tras sufrir terribles pesadillas en un estado de vigilia entre la vida y la muerte. La doctora descubre que un macabro médico está experimentando con los pacientes para curarles sus enfermedades mentales manteniéndolos en estado de coma. La doctora luchará por evitar estos experimentos, pero el maquiavélico médico está dispuesto a llegar hasta el límite.

Invitado en calidad de fan, el mismísimo Tarantino no duda en amenazarnos con el peor de los infiernos si no acabamos encantados con este documental consagrado al cine de exploitation australiano. Su entusiasmo, y el del resto de excepcionales invitados, al glosar los méritos de un puñado de artistas que convirtieron la Australia de los años 70 y 80 en un paraíso de cine de género, es tan elocuente como extremadamente contagioso. Not quite Hollywood radiografía a mil por hora una época repleta de desnudos frontales, explosiones, casquería, monumentales carreras de coches y sustos de primera y, sobre todo, de mucha ilusión, humor e ingenio.