Dejaron de ser chicos, pero todavía no son adultos. Son jóvenes que existen en aquel intervalo quilombero llamado adolescencia, en el que el corazón es más fuerte que la razón, pero más frágil que el silencio, en el que los amores eternos duran sólo un mes... O toda la vida.

La historia transcurre en la villa 1-5/18, recientemente bautizada como «La Peñaloza», donde conviven vecinos de distintas edades y diversidad sexual que, a pesar de estar privados de algunos derechos y de atravesar la carencia, siempre están dispuestos a colaborar y a luchar por el bienestar de toda la comunidad. Lola (Agustina Cherri) y Rita (Lali González) manejan un comedor comunitario, distribuyendo donaciones y ayudando a quien lo necesita.

La tira se centra en la historia de la familia Villalba, dueña por generaciones de una estancia que se encuentra lejos de la ciudad, símbolo de una familia tradicional que mantiene un alto poderío económico y estatus social. Bajo el manto autoritario de Angélica (Norma Aleandro), viuda de Carlos María Villalba, gestor de la fortuna familiar; el clan Villalba es completado por los tres hijos del matrimonio: Antonio (Juan Darthés); Ana (Sabrina Garciarena) y Agustín (Gonzalo Heredia). Antonio, el hermano mayor, es un hombre que jamás pudo establecer un vínculo con su madre; por su parte Ana es poseedora de la personalidad más compleja: siempre impredecible, y ha sido tildada como “la rara” de la familia. Agustín, por su parte, es el único que adora a su madre, que la acepta tal cual es, sin cuestionamientos de ningún tipo. Así, en el mundo de los de arriba, que contempla al clan Villalba, se sucederá una lucha de poder por el control del patrimonio: por un lado Lisandro (Raul Taibo); por el otro, los tres hijos junto a su madre y Bernarda (Leonor Benedetto), hermana de Angélica, confidente de sus sobrinos y fiel gobernanta de la casa. Pero además, existe un universo paralelo, los de abajo, tras las puertas de la residencia Villalba, más precisamente en la parte inferior de la propiedad. Allí conviven los empleados de la estancia: mucamas, cocineras, capataces, peones, todos al servicio de la familia. Como contracara de los lujos y excesos de los ricos, ellos viven para congraciarse con sus patrones. Incondicionales, también tomarán partido en los enfrentamientos familiares, generando enemistades y alianzas entre sus pares.

En cada episodio, que se desarrollan independientemente uno del otro, los comisarios Jiménez y Laurenzi deberán resolver diferentes casos policiales que se les presentarán y resultarán un desafío para ellos, por lo cual, recibirán la ayuda del editor literario Daniel Hernández quien está en busca de escribir un libro sobre crímenes.

“Mujeres de Nadie” se centra en la vida de cuatro enfermeras que se desempeñan en un hospital público. Cada una de ellas posee una historia personal cargada de conflictos y necesidades de distinta índole, que se irán deshilvanando a lo largo de la trama y dejarán al desnudo sus vivencias más reservadas e íntimas. A su vez, el hospital será el escenario que las unirá, donde compartirán sus momentos de felicidad y se contendrán en la aflicción. Pero los sinsabores de la vida deberán mantenerse solapados, ya que el bienestar de los pacientes a su cargo es un compromiso ineludible que está por encima de cualquiera de sus miserias.

Tomando como base de los capítulos de homicidios perpetrados por mujeres en Argentina se realizó una adaptación a una serie de televisión.

Argentina se vislumbra como el horizonte ideal para el resurgir de los españoles tras el horror de la Guerra Civil. En tiempos distintos y con suerte dispar, dos soldados cruzan el Atlántico dando inicio a una historia de envidia, traición y pasión.

Rubén Jilguero un actor desocupado y sin suerte debe trabajar en un programa de TV que se encarga de hacer cámaras ocultas para revelar casos oscuros. Una de sus misiones será poner al descubierto a una empresa familiar de renombre (una fábrica de pastas), y para ello deberá hacerse pasar por gay. La idea, descubrir un caso de discriminación en la empresa.

Lucas Moreno es el séptimo hijo varón de la familia Díaz Pujol. Su padre, Leopoldo Díaz Pujol, al enterarse por una bruja que su hijo al cabo de cumplir 30 años de edad se convertiría en un hombre lobo, decide mandarlo a matar. Como el empleado no fue capaz ni tuvo la crueldad para pegarle un tiro, lo abandonó sobre un río metiéndolo dentro de un cajón. Allí fue encontrado por quien lo iría a criar durante gran parte de su vida. Después de 30 años, Lucas vuelve a su pueblo natal en busca de la verdad, pero Ana se cruzará en su camino y juntos deberán luchar contra la ambición y el odio de los que quieren adueñarse de la fortuna de los Díaz Pujol.

Tomando como base de los capítulos de homicidios perpetrados por mujeres en Argentina se realizó una adaptación a una serie de televisión.

Las temáticas del programa giran alrededor de la vida personal de las tres abogadas y del mundo legalista. En algunos episodios se representa un juicio, que puede servir de marco a la historia de tipo personal o trazar un paralelismo.

La serie gira en torno a distintos personajes que tratarán con pecados capitales, pero no tomando como referencia los siete pecados capitales religiosos (lujuria, ira, soberbia, envidia, avaricia, pereza y gula), sino que se darán a conocer otros pecados, como tal lo indica el título. Los mismos son los siguientes: impostura, manipulación, rencor. iIngenuidad. acostumbramiento y celos.

El programa se basa en una historia de amor entre los dos personajes protagónicos, de los cuales Santiago es un joven que trabaja en la rotisería de su padre y Selene es una extraterrestre que acaba de aterrizar, junto con otros alienígenas, por desperfectos técnicos en su nave.