En una ciudad de provincias francesa, en los años treinta, la Sra. Danzard y su hija Isabelle llevan un tipo de vida perfectamente respetable. Las sirvientas, Christine y Lea, son dos hermanas de aspecto inmaculado y muy hacendosas que producen la envidia de los vecinos por la cuidada atención que prestan a los quehaceres cotidianos. Esta tranquila existencia burguesa no es tan impecable como parece. El ambiente en la casa se hace cada vez más claustrofóbico, incrementado sobre todo cuando la Sra. Danzard descubre las muy especiales relaciones de las dos sirvientas. Todo va a tomar un cariz diferente. Mientras la tensión crece entre las cuatro mujeres hasta un punto insospechado, un acto violento va a trastocar la sosegada vida de la pequeña población, y a convertir la casa de los Danzard en el centro de atención, asegurándose así un lugar en la historia.

Una enfermedad de cólera en la India colonial deja huérfana a Mary Lennox Craven, una niña británica nacida en este continente, por lo que es enviada al Reino Unido a vivir con un tío suyo llamado Sr. Craven, en una gran mansión ampulosa de Yorkshire, en el que este hombre vive sumido en un ambiente irrespirable y al que para mayor desasosiego se le añade las males artes de la estricta ama de llaves la señora Medlock. Sin embargo, en este espacio opresivo Mary descubre un gran jardín, cerrado y abandonado por años, que se convertirá en un mágico refugio para ella y sus tres nuevos amigos: Colin, un chico discapacitado y caprichoso, Dickon, el reverso, una persona ingenua y llena de bondad y el petirrojo. Los tres niños y el petirrojo rehabilitan el lugar que a su vez les ayudará a construir una especial relación, que cambiará sus destinos para siempre.