Narra la historia sobre un ambicioso periodista que investiga con interés un accidente olvidado hace mucho tiempo. Cuando el único superviviente del accidente de repente desaparece, se da cuenta de que nada es lo que parece, y la oscura verdad inimaginable le atormentará por el resto de su vida.

Ling (Yeo Yann Yann) es una chica procedente de Malasia que da clases de mandarín en un instituto de Singapur donde su labor es poco apreciada. Tienen pocos motivos para ser feliz: ella y su marido han pasado los últimos ocho años intentando concebir un hijo, un proceso que ha erosionado notablemente su relación. De hecho, su marido apenas pasa ya tiempo en casa, por lo que Ling se tiene que ocupar prácticamente en solitario de su suegro enfermo. Una inesperada fuente de comfort aparece en la figura de Wei Lun (Koh Jia Ler), el único estudiante de su clase al que parece interesarle la materia.

Harbour City se encuentra bajo una serie de ataques, desde un terrorista suicida y un destructivo pulso electromagnético hasta un virus mortal.

Wang Shicong, director de un famoso grupo, muere trágicamente en casa. El abogado de la acusación, Liang Wenchao, y su mujer, la policía A Bao, descubren que hay una conexión complicada entre el hijo, la mujer, la exnovia y la exmujer ya fallecida.

Una adolescente se enamora de un estudiante de un curso superior el primer día de instituto, pero no se lo dice. Cuando un huracán destruye su casa, ella y su familia se ven obligados a mudarse a la casa del mejor amigo de la universidad de su padre, que es también el padre del chico que le gusta.