Un romántico y opulento retrato del Rey de Baviera Ludwig II (1845-1886). Muy temprano, Ludwig dio la espalda a la política, para dedicarse de lleno a las artes. La película relata su biografía, desde su ascenso al trono hasta su misteriosa muerte en el lago Starnberg. Describe su amistad con Richard Wagner y la cercanía espiritual con su prima Elisabeth, Sissi, quien más tarde se convertiría en Emperatriz de Austria, y muestra, además, su descontrolada pasión por construir descomunales palacios y castillos. Helmut Käutner lo retrata como un soberano solitario, víctima de la demencia. O.W. Fischer, un actor muy popular en su época, encarna de manera ideal al Rey Ludwig II de Baviera.

Gwenda Milton, secretaria del conocido abogado Maurice Messer, resulta muerta en extrañas circunstancias. Lo que desconocen los autores del crimen es que Gwenda era la hermana de Arthur Milton, conocido por el sobrenombre de ”El Brujo”, un asesino buscado desde hace tiempo por la policía y que emigró hace años a Australia. Milton regresa a Londres para vengar la muerte de su hermana. El inspector Higgins de Scotland Yard afronta dos espinosos encargos: detener al brujo y encontrar al culpable de la muerte de la muchacha. El problema es que sólo un viejo policía ya retirado, Warren, conoce el rostro del Brujo, un maestro del disfraz y que cambia constantemente de aspecto físico. Higgins consigue la ayuda de Warren, pero un desconocido llamado Wesby también se interesa por el caso, y todos vigilan a la mujer de el Brujo.