Billy Hughes, una joven americana muda que trabaja en Rusia, presencia un brutal asesinato en un plató de cine. A partir de ese momento, se convierte en el objetivo de los asesinos; pero es que además tanto la policía como sus compatriotas ponen en duda su testimonio. No le queda entonces más remedio que aferrarse al único hombre que le ofrece ayuda, aunque no sepa muy bien si trata de salvarla o de asesinarla.

Timofeyev es un paciente de un hospital psiquiátrico, aquejado de esquizofrenia, que cree haber sido el asesino del zar Nicolás II y su familia en Yekaterimburgo en 1918. Su relación con su médico adquiere una dimensión peligrosa cuando éste decide hacerse pasar por el propio zar para curarlo.

La tragedia y la comedia, lo heroico y lo lírico: todo ello se entreteje en la pantalla en una historia poco usual de padres eternamente jóvenes y de hijos que visitan el lugar donde treinta años antes sus seres queridos riñeron su última batalla mortal.

Vera es una guapa y sexy presentadora de televisión cuya vida no es del todo feliz: casi siempre está triste y arrastra una obsesión por la comida. Es precisamente en un restaurante donde conoce a Timofei, un publicista que se queda prendado de ella, se acuestan esa misma noche y la noche siguiente mientras él conduce sólo por Moscú, por accidente cae encima de su coche un muchacho que estaba subido a una verja. El muchacho, Ulumji, se enamora de Timofei, y Timofei de él.

Un ex investigador criminal, el mayor Korenev, con nombre de pila Fox, sale de la cárcel después de haber sido engañado por el rey de la mafía, Shaman. Cuando vuelve a la ciudad, se encuentra un nuevo mundo gobernado por clanes criminales enfrentados entre sí y un enorme caos que reina en las calles. Siendo testigo de la muerte de sus amigos, Fox decide reestablecer la ley y el orden utilizando los métodos menos ortodoxos. Asesinos a sueldo le siguen la pista y la mafia no descansará hasta dar con él en una salvaje persecución llena de violencia.

Un ingeniero moscovita se encuentra atrapado en una remota ciudad que aún conserva una exposición de Stalin en su museo local.

Carl Hamilton y Ake Stalhandske, dos agentes suecos, son contratados por la CIA para detener a unos contrabandistas de misiles nucleares rusos. El comandante Hamilton les sigue hasta Libia, pero cuando está a punto de capturarles se entera de que su familia ha sido tomada como rehén.

Después de que un policía estadounidense fuera asesinado por traficantes de armas del mercado negro, su compañero, Rudy (Robert Madrid), y el padre del policía asesinado, el ex agente de inteligencia británico Roger Chambers (Michael York), se dirigen a Moscú para encontrar a los asesinos. Los dos comienzan a rastrear sus objetivos, pero su plan falla cuando Rudy es herido y Chambers es arrestado. Entra Vlad (Alexander Nevsky), un oficial ruso que está dispuesto a ayudar a los hombres a completar su misión.