Sur de Francia, siglo XIX. La joven Teresa llega a un aislado internado femenino dominado tiránicamente por la señora Fourneau, la estricta directora, cuya sombra protectora persigue a Luis, su débil hijo.

El comisario Mendoza debe unir fuerzas con la Guardia Civil para detener las actividades de una red de traficantes que se dedica a captar jovencitas para introducirlas en el mundo de las drogas.

Carlos, un viudo de cuarenta años, vive con su hija Lolita y con su hermana Merche. Es candidato a procurador en Cortes, por lo que viaja con frecuencia fuera de Madrid. Durante uno de esos viajes, se ve obligado a regresar a casa precipitadamente, porque su hermana le comunica que Lolita se ha marchado de casa para vivir con unas amigas.