Todas las familias tienen secretos, pero en la familia Green están enterrados muy profundamente. Cuando Max (Anton Yelchin) desaparece, su madre (Catherine Keener) y sus tres hermanas (Riley Keough, Kaitlyn Dever y Annie Starke) descubren que un oscuro pasado persigue a más de uno de los hermanos Green.

A una periodista de rock se le asigna localizar a su exnovio.

Henry es un veterano atracador de bancos que finge una parálisis cerebral para que lo trasladen de la cárcel a una residencia de ancianos. La enfermera Carol, que es la encargada de cuidarlo, es una mujer hastiada de su trabajo y de su matrimonio, y el historial de Henry despierta su curiosidad. Incitada por su ansia de emociones fuertes, fuerza a Henry a que le revele su secreto, y éste le ayuda a descubrir en sí misma una capacidad delictiva que desconocía. A partir de ese momento, Carol tienta a Henry para que lleve a cabo un último golpe.

Un abogado implacable y de mal carácter sufre un atraco y le disparan. A partir de ese momento, amnésico, deberá reconstruir su vida y sus recuerdos con la ayuda de su familia.

Jenn y Matt, grandes amigos desde la universidad, han alcanzado los treinta. Cansada del panorama sentimental neoyorquino y soltera por decisión propia, Jenn se dedica a dar clases de ‘yoga erótico’ a la vez que hace de recadera de su jefe. Matt, incapaz de superar la relación con su exnovio, se ha centrado por completo en su negocio de cómics y ha dejado a un lado su sueño de ser un novelista gráfico. En medio de tal panorama, ambos deciden cumplir la promesa que se hicieron de jóvenes de tener un bebé juntos... a la antigua usanza.

Tres jóvenes deciden planear un simulacro de secuestro, pero todo sale mal porque un atraco a un banco real, ya fue planeado por otros dos chicos.