The Code desarrolla una trepidante intriga geopolítica con muchos agentes involucrados con intereses contrapuestos. A partir del incidente inicial con un accidente de trafico que implica a dos jóvenes aborígenes que chocan con un camión, se desencadenan una espiral de acontecimientos con un autentica lucha de poderes fácticos y reales que no cejaran hasta conseguir sus metas oscuras e inconfesables, como muestra el trailer con el que la serie se estrenó en Australia. La presencia de actores muy conocidos como Lucy Lawless ( Xena, Battlestar Galactica), Adam Garcia ( el Bar Coyote), David Wenham ( Top of the Lake) o Aden Young (Rectify), en papeles alejados de sus registros habituales es otro aliciente para adentrarse en los recovecos de la serie. The Code es una serie absolutamente recomendable para aquellos de ustedes que disfruten con las series de conspiraciones con trasfondo político y de ritmo trepidante, si a eso le añadimos la belleza de los paisajes australianos donde transcurre, tienen aseguradas seis horas de televisión de calidad alejada de los cánones habituales.

El mundo perdido es una serie en la que comparten espacio dinosaurios, investigadores y aventureros ingleses que se meten en este mundo oculto sin querer. Los protagonistas comienzan sus aventuras a principios del siglo XX, cuando encuentran a una bella mujer en la selva...

John Crichton, científico de la IASA y un geek de corazón, está realizando unas pruebas en un módulo alrededor de la Tierra cuando ocurre una anomalía y es transportado al otro extremo de la galaxia, donde lo primero que se encuentra es un follón como los de las películas y cómics que lee desde que es un niño. Allí se encontrará con amigos, enemigos y cosas peculiares en general mientras que intenta regresar a casa. Farscape es ciencia-ficción, es aventuras, es humor y sobre todo es imaginación. Y por encima de todo eso, es fanfic basado en el desarrollo de personajes. Al principio puede parecer raro, pero en cuanto se pilla el tono de la serie no podréis dejarla, ya que empieza sin saber muy bien hacia dónde se dirigen y luego se convierte en una montaña rusa continua.