Man Deok (Park In Hwan) tiene una estación de gasolina en un pueblo pacífico. El tiene tres hijos adultos: Joon Girl (Jung Jae Young), Min Girl (Kim Nam Gil) y Hae Girl (Lee Soo Kyung). Man Deok solo piensa en pasar el resto de sus días en Hawaii. El hijo mayor, Joon Girl, está casado con Nam Joo (Uhm Ji Won). El ama a su familia pero no expresa lo que siente. Min Girl es el hijo del medio, también es el único que se graduó de la universidad. Él es despedido de su compañía y decide regresar a su pueblo. Hae Girl es la más joven de la familia. Un día, un extraño hombre (Jung Ga Ram) aparece en el pueblo. Debido a él toda la familia de Man Deok es sacudida.

Corea, década de 1930, durante la colonización japonesa. Una joven llamada Sookee es contratada como doncella de una rica mujer japonesa, Hideko, que vive recluida en una gran mansión bajo la influencia de un tirano. Sookee guarda un secreto y con la ayuda de un estafador que se hace pasar por un conde japonés, planea algo para Hideko.

Una habitación impregnada de sangre. El dueño del cuarto desapareció sin dejar rastro y ante este inesperado incidente su padre pone una enorme recompensa a cambio de cualquier información que le haga saber el paradero de su hijo. En esto Gwang Su, estudiante de medicina, halla accidentalmente un cadáver para su clase de autopsia.

Un joven que tiene una dura entrada en el mundo del juego clandestino prepara su venganza.

La historia, comienza en 1990, se centra en la relación entre una madre soltera coreana, So-young, y su hijo Dong-hyun. Ella espera que su nueva vida en Canadá le permita darle a su hijo una vida mejor que la que ella dejó atrás.

Corea del Sur, 1986. Una joven aparece brutalmente violada y asesinada. Dos meses después, se producen una serie de violaciones y asesinatos en circunstancias similares. Para buscar al asesino, se organiza un destacamento especial, encabezado por un detective de la policía local (Park Doo-man) y un detective de la policía de Seúl (Seo Tae-yoon), que ha solicitado ser asignado al caso.

Antigua Corea, siglo XVII. El poderoso khan de la tribu Jurchen de Manchuria, que lucha contra la dinastía Ming para hacerse con China, se convierte en el primer emperador de la dinastía Qing y exige al rey In-jo de Joseon que se incline ante él, pero In-jo se niega, pues es leal a los Ming. El 14 de diciembre de 1636, la horda Qing invade Joseon. El rey y su corte se refugian en la fortaleza de la montaña de Namhan y se preparan para defender el reino.

Sang-hyun, un caritativo sacerdote que suele visitar a los pacientes del pequeño hospital de su ciudad, vive atormentado por las dudas y la desesperación que le provoca un mundo dominado por el sufrimiento y la muerte. El deseo de salvar vidas lo lleva a África, para participar en un proyecto cuyo objetivo es encontrar una vacuna contra un virus letal. Allí contrae una enfermedad mortal de la que se recupera casi milagrosamente. La gente, convencida de sus poderes de curación, empieza a ir en peregrinación a su casa. Sin embargo, una noche, Sang-hyun sufre una recaída y muere. A la mañana siguiente, se ha convertido en vampiro: se siente animado por una nueva vitalidad, pero siente un gran rechazo por sí mismo, al verse transformado en una criatura sanguinaria.