Madrid, España. Cuando una comunidad religiosa que regenta un orfanato compra un coche, la vivaracha e intrépida hermana Tomasa acepta la tarea de ponerse al volante.

En un pequeño pueblo cerca de Madrid, Paquita y su hermano Venancio, ambos solteros y de personalidad infantil, viven bajo la sombra de su mandona hermana mayor, Ignacia, una vieja solterona malhumorada.

Don Jaime, un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana, novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer.

Una compañía de revista llega a Puente San Gil, un pequeño pueblo, donde es recibida con hostilidad y desprecio por los habitantes más conservadores.

Tom y Matilde y Jim y Emily son dos matrimonios amigos unidos por el hecho de que los hombres, están destinados en la base de Torrejon. Los primeros se hallan en crisis debido a la posibilidad de licenciarse y regresar a Estados Unidos con el fin de evitar que Tom vaya a Vietnam. Matilde teme marchar a un pais desconocido lleno de prejuicios raciales.

Una última carta de Don Quijote dirigida a su amada Dulcinea llega, por medio de su escudero Sancho, a manos de Aldonza, moza de una venta castellana. La carta conmueve tanto a la muchacha que desde ese momento asume la personalidad de Dulcinea y acude en busca de Don Quijote, a quien encuentra en su lecho de muerte. La nueva Dulcinea, infundida por el deseo de su amado de que continúe con las andanzas que él ha dejado, se lanza a los caminos repartiendo amor y caridad entre los pobres. A pesar de que consigue sortear todo tipo de dificultades ahora se debe enfrentar a la Santa Inquisición, que la acusa de brujería.

Una boda, pero no hay en ella el natural regocijo corriente en estas ceremonias, muy al contrario. La esposa firma el acta en la sacristía, como si se tratara de una sentencia de muerte...

La vida transcurre plácidamente en un castizo barrio de Madrid. Dos hermosas muchachas, Susana y Casta, trabajadoras de un comercio de la zona, aceptan los galanteos de un maduro boticario, don Hilarión. Este afecto no gusta al joven Julián, que está enamorado de Susana. Todo se complica cuando llega el día de la verbena de La Paloma y las dos jóvenes, bellas como nunca con su mantón de manila y un vestido de seda chinés, deciden acompañar a su viejo admirador.

Al cabo de unos años, Víctor Morel retorna a la ciudad. Ha sido un hombre alegre y bohemio que gastó una auténtica fortuna. Su primer encuentro con el pasado es con Laura, una extraordinaria mujer con la que tuvo unas intensas relaciones amorosas. Ella ahora está casada con Daniel Romero, un hombre entregado a los negocios que, precisamente en los últimos días, ha retirado bastante dinero de la cuenta de la empresa en que trabaja, y que ahora no puede devolver. Debido a este asunto, Daniel tendrá que pedir ayuda a Víctor porque sabe que él puede sacarlo del apuro, a pesar de que no le tiene ninguna simpatía.

Virginia se enamora de uno de los evadidos de la cárcel con los que se debe enfrentar cuando la diligencia en la que viaja sufre un accidente.