La epidemia que hace resucitar a los muertos convertidos en seres ávidos de carne humana se ha extendido, llegando al punto en el que varias ciudades han quedado prácticamente desiertas. Los supervivientes deben refugiarse en zonas militares ya que los zombies no dudan en acabar con sus propios familiares... Continuación del clásico de horror de George A. Romero "La noche de los muertos vivientes" (Night of the Living Dead, 1968).

Una plaga biológica ataca un pueblo de Pennsylvania. El ejército es llamado a contenerla, pero la gente, afectada por la enfermedad, se rebela y atenta contra los soldados.

Un joven acaba volviendo a su pueblo natal, después de haberse ido para buscar un trabajo que no resultó como pensaba. Allí conoce a una mujer, con la que termina compartiendo casa, pero ella un día descubre que está embarazada, aunque no sabe si contárselo a su pareja.

El propietario de un viejo molino textil contrata a un grupo de hombres para limpiar los sótanos. Pero, durante la tarea aparecen hordas de ratas y se suceden extrañas muertes. Adaptación sobre un cuento de Stephen King.

Las radiaciones procedentes de un satélite provocan un fenómeno terrorífico: los muertos salen de sus tumbas y atacan a los hombres para alimentarse. La acción comienza en un cementerio de Pennsylvania, donde Barbara, después de ser atacada por un muerto viviente, huye hacia una granja. Allí también se ha refugiado Ben. Ambos construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombies que sólo pueden ser vencidos con un golpe en la cabeza.

Los actores, como los magos, no revelan sus trucos. José María Pou ha hecho una excepción al permitir que una cámara filmara el proceso de preparación de una obra en la que interpreta a Orson Welles. La acción de Màscares transcurre entre bambalinas, un espacio oculto a la mirada del público en el que el actor muda de piel para invocar a su personaje. Magia, con truco, pero magia al fin y al cabo. (FILMAFFINITY)