Chun Tao-Chung ha trabajado de criada durante más de 60 años para la familia Leung. Ahora, el único miembro de la familia que sigue viviendo en Hong Kong es Roger, y Tao sigue trabajando para él. Sin embargo, un día Tao sufre un derrame cerebral. Una vez está en el hospital, le anuncia a Roger su intención de abandonar su trabajo e instalarse en una residencia para ancianos. Roger intenta disuadirla, pero ella tiene la idea muy clara, así que él empieza a buscar una residencia buena donde pueda vivir, y al final encuentra una habitación para Tao en un centro dirigido por un amigo suyo. Poco a poco, al cuidar de Tao, Roger se da cuenta de lo importante que Tao es para él.

Ching atraviesa una crisis vital, agravada por el hecho de que su marido la engaña con una joven. El hermano de Ching cree vivir con menos problemas, pero lo cierto es que está obsesionado con la belleza y esto es un lastre para su esposa, una modelo que comienza a envejecer. Ambos mantienen una fría relación con su padre. Humor negro y fantasía salpican esta oscura radiografía de la familia.

Ching ha roto con su novio Ken, y ahora está viviendo un calvario. Se siente sola, incomprendida, ha perdido su trabajo... y todo porque a su ex se le ha ocurrido la idea de ir colgando fotos de Ching desnuda en Internet. Ching no lo soporta más y decide contactar con Shirley, la actual novia de Ken, para que la ayude. Ken aún tiene las fotos en su ordenador así que sólo habría que borrarlas, de manera que Ching propone a Shirley aliarse para colarse juntas en el cuarto de Ken y eliminar las dichosas fotos.

Una mujer que desde niña vivía en un viejo edificio frente a Victoria Bay, el puerto de Hong Kong, del cual tenía una vista no solo al mar sino a toda la ciudad. Según fueron pasando los años, las constructoras iban demoliendo los edificios, haciendo sitio para un gran complejo residencial.