Era de la humanidad, diez años después de la guerra entre la tierra y los minbari. El proyecto Babylon era un sueño al que se le había dado forma. su objetivo: evitar otra guerra creando un lugar donde humanos y alienígenas pudieran solucionar sus diferencias pacíficamente. Es un punto de encuentro, un hogar lejos de casa para diplomáticos, estafadores, empresarios y vagabundos: humanos y alienígenas envueltos en dos millones y medio de toneladas de metal, solos en la oscuridad. Puede ser un lugar peligroso, pero es nuestra última esperanza de paz. Esta es la historia de la última de las estaciones Babylon. El año es 2258. El nombre del lugar es Babylon 5.

En el estado de Nueva York se encuentra la Penitenciaría Oswald, a la que casi todo el mundo conoce como Oz. No es una cárcel cualquiera, sino una prisión de máxima seguridad en la que existe una unidad experimental, la Ciudad Esmeralda, con la que se pretende conseguir la rehabilitación de los presos. Limpia, pulcra, moderna y hasta hermosa, la Ciudad Esmeralda no deja de ser, sin embargo, una prisión y, como todas, peligrosa. A pesar de las modernas instalaciones y del énfasis en la recompensa de la rehabilitación, la prioridad allí sigue siendo la supervivencia... y el miedo es el compañero constante.

Cuando era una niña, Sheena (Gena Lee Nolin) perdió a sus padres y fue criada por el "Kaya", el último superviviente de una tribu, quien tenía el don de metamorfosearse en diferentes animales salvajes. El brujo transmite su sabiduría a la niña Sheena, que la utilizará para convertirse en distintos animales y recorrer la jungla, combatiendo a sus enemigos. Sheena cuenta con la ayuda de Matt Cuter (John Allen Nelson), un pícaro aventurero estadounidense que siente atraído por la joven guerrera.