Pickle es un guardia de seguridad nocturno de una fábrica de estatuas. Su compañero, Belly Bottom, trabaja de reciclador por la mañana y el mayor placer de Pickle es ojear las revistas pornográficas que Belly Bottom recoge. Picotear y ver la televisión forma parte de sus aburridas vidas, hasta que un día se rompe la televisión y su vida cambia por completo.

En un pequeño pueblo costero, dos niñas son asaltadas por un hombre en un motel. Mia, la recepcionista, es la única testigo. Por miedo a perder el trabajo, no dice nada. Mientras tanto, Wen, una de las víctimas, entiende que sus problemas sólo acaban de empezar. Atrapadas en un mundo que no es seguro, Mia y Wen tendrán que encontrar la manera de salir adelante.

Ha pasado casi un año desde el fallecimiento de la abuela, y la familia Zheng está ocupada preparándose para los rituales conmemorativos. Hwa Jia es dado de baja del servicio militar y felizmente se reúne con Wei. A la mañana siguiente, sus padres los pilla en la cama juntos y se ponen nerviosos.