Bill y Janet Templeton tienen una hija de once años llamada Ivy que sufre terribles pesadillas. Elliot Hoover (A. Hopkins) trata, en vano, de convencerlos de que el alma de su hija Audrey Rose, muerta con su madre en un accidente de tráfico, se ha adueñado de Ivy.

Cuando Michael Myers tenía seis años, apuñaló a su hermana hasta la muerte. Durante muchos años fue encerrado en el centro psiquiátrico Smiths Groves, pero logró escapar y, súbitamente, Halloween se convirtió en un sinónimo de locura. Uno a uno, cada miembro de su familia fue asesinado hasta que sólo quedó Jamie Lloyd, su sobrina de nueve años. En Haddonfield, la noche de Halloween no es una fiesta cualquiera porque siempre durante dicha celebración, Michael decide visitar su pueblo natal con un único objetivo; el asesinato premeditado. Ya han pasado seis años desde que Michael muriera, presumiblemente, consumido por las llamas. Haddonfield, por fin, puede celebrar Halloween... pero Michael Myers también está listo para la fiesta.

Un hombre acusado de asesinato convence a sus tres hijos no sólo de que es inocente, sino también de que en la cárcel recibe amenazas que ponen en peligro su vida. Por todo ello, les pide ayuda para escapar de prisión. Siguiendo un plan, se fuga con otro preso amigo suyo e involucra a sus hijos en la huida. Perseguidos por la policía, se ocultan en una zona montañosa. Sin embargo, los hijos, observando el comportamiento de su padre, empiezan a dudar de su inocencia y a sospechar que se trata de un verdadero psicópata.