Una autoficción sobre Tencha de Sagastizabal: psicoanalista, actriz, chamana y gorda. La peli es un retrato onírico sensual, mágico e iridiscente. Un híbrido que muta a fábula. Un cuento de hadas queer que se enlaza en lo documental. Tencha vive su vida como todos los días. Hace un tiempo hay una pregunta que le da vueltas: ¿Qué es la belleza? Por ello decide comenzar a vivir con una corona puesta y también coronar a su familia creando una monarquía íntima. ¿Qué sucede cuando la hegemonía no reina en la pantalla? ¿Qué pasa si la pantalla se pone gorda? Tencha Reina canoniza otras formas de ver el mundo. O al menos pone en cuestión la supremacía de la sutileza.

La humanidad ya no existe, solo quedan Fluor y Carlix, dos fantasmas en ropa deportiva cómoda. Se conocen mientras deambulan entre los restos de una civilización extinta, buscando una conexión Wi-Fi y la cabeza de un cetáceo gigante. Juntos escuchan la lista de reproducción final del día del juicio final.

Víctor y Vera Garbor llevan 20 años de casados y tienen cuatro hijos: Bruno, Lara, Tato y Luna. Absorbido por su actividad laboral, Víctor vive ajeno a la cotidianeidad de su mujer y de los chicos. Vera, agobiada por la vida doméstica, decide tomarse vacaciones de su familia. Y allí comienzan los problemas.

Una tarde de siesta en las afueras de la ciudad, dos mujeres entrecruzan sus mundos transformando una charla casual en un campo de batalla, sin poder prevenir lo inevitable: una tragedia doméstica.

Mateo y Camila, una pareja que promete darse una infidelidad permitida en la relación nada más que con un personaje inalcanzable elegido por cada uno.