Alice Leroy, una niña de 4 años, desaparece en una playa. Las autoridades declaran a la niña como ahogada, pero su cuerpo no es encontrado. Sarah, su madre, no se resiste a creer que la niña ha muerto. Once años después, Alice reaparece. La investigación revela que fue secuestrada por Jeanne Vivier, quien la crió como su propia hija.

Vincent no ha vivido ni un tercio de su vida, pero ya se ha tatuado la mitad de su cuerpo y ha enronquecido su voz con su banda post-hardcore. Desde que murió su madre, divide su tiempo entre su trabajo haciendo piercings, con el que no es feliz, y su padre pescadero, que está intentando empezar una nueva vida con una mujer más joven. Y eso le está volviendo loco.