Relata el secuestro de Freddy Heineken, el director de la famosa fábrica de cerveza que lleva su nombre. Este hecho tuvo lugar el 9 de noviembre de 1983.

Hans tiene tanta seguridad en sí mismo que raya en la prepotencia. Un día, estando en la carretera con su familia, discute con otro conductor. El hombre, resentido por los malos modos de Hans, empieza a seguirlo, dispuesto a llegar a extremos inimaginables para aplicar un correctivo moral al protagonista.