Un empresario de la China moderna cae en una trampa que le tiende un socio de negocios. Cuando despierta, ha viajado cientos de años atrás en el tiempo y habita en el cuerpo de un joven llamado Ning Yi (Guo Qi Lin), que está comprometido con la hija de un exitoso comerciante de telas, y se entera de que se convertirá en un marido matrilocal, lo que significa que debe vivir con la familia de su esposa, y no al contrario. Al principio, se resiste a seguir adelante con el matrimonio. Pero cuando conoce a su hermosa y encantadora prometida, Su Tan Er (Song Yi), cambia de opinión, y la pareja contrae matrimonio. Pero casarse con esta familia conlleva una amplia serie de consecuencias. Pronto descubre que los rivales de negocios y los peligrosos bandidos están planeando atentar contra su nueva familia. Decide ayudar a su esposa, a su familia política y a su nación usando su agudeza empresarial, su conocimiento de los valores modernos y... su creciente afecto por Su Tan Er

Mujeres de todo el territorio de China viajan a la corte de Xinchuan para un evento especial: la familia gobernante decidirá cuál de estas jóvenes tiene lo necesario para casarse con los seis herederos masculinos de la familia. Entre las mujeres se encuentra Li Wei (Tian Xi Wei), una persona modesta, sin pretensiones y algo torpe a nivel cultural que tiene poco interés en este "concurso". Prefiere llevar una existencia tranquila y apacible en su ciudad natal. Sin embargo, para su sorpresa, es seleccionada para casarse con uno de los jóvenes herederos: Yin Zheng (Bai Jing Ting). Este joven tranquilo, amable, inteligente y algo introvertido, es el menos favorecido de los herederos. Por lo tanto, su matrimonio es apenas algo secundario para los gobernantes de Xinchuan. Él es relegado y le encargan tareas de poca importancia. Al principio, esta unión parece estar destinada al fracaso. Pero tras conocerse mejor, Yin Zheng y Li Wei comienzan a establecer un estrecho vínculo.