Paxton, un arqueólogo aficionado, viaja a la ciudad de Seaburgh y sin darse cuenta se topa con una de las coronas perdidas de Anglia, que, según la leyenda, protegen el condado de la invasión. Al desenterrar la corona, Paxton es acechado por su guardián sobrenatural.

La tarea aparentemente mundana del erudito Dr. Black de clasificar los bienes de la biblioteca de la catedral de Barchester da un giro inquietante cuando se encuentra con los documentos del difunto archidiácono, quien conspiró para ganar su puesto mediante el asesinato. Sin embargo, pronto descubre algo realmente horrible sobre la sillería de madera del coro de la iglesia, que está atada a un famoso árbol local y a una siniestra leyenda local.