Linda Foster, americana de clase media, no se conforma con la monotonía de una vida gris y sin más aliciente que la enfermiza adoración que siente por el actor de moda de la televisión americana, Glen Stevens. Los días de Lena transcurren entre su trabajo, cenas con su amiga Dee y soportar a su neurótica madre. Sin embargo, Glen, en silencio, llena la fantasía de sus largos y solitarios sueños eróticos. Un buen día, sin pensarlo más, saca sus ahorros del banco y, dejando todo tras de sí, decide poner rumbo a Los Angeles para llevar a cabo un alocado plan de seducción: está decidida a conquistar al hombre objeto de su amor obsesivo. Sin embargo, la obsesión no tarda en dar paso a una horrible tragedia...

San Francisco, 1940. Lou Peckinpaugh es un torpe detective privado. Su compañero es hallado muerto y los intereses amorosos de la viuda hacia él le convierten en el principal sospechoso. El detective debe actuar con rapidez y descubrir al asesino antes de que le inculpen. Pero sus pesquisas le llevan al centro de una intrincada red en la que demasiadas personas están interesadas en hacerle desistir de su investigación.

George Schneider, que acaba de enviudar, no esperaba volver a enamorarse tan pronto, pero en el corazón no se manda y no puede evitar caer rendido ante los encantos de Jennie MacLaine, una actriz recientemente divorciada. El problema es que los remordimientos no le dejan vivir en paz.

La película consta de tres cortometrajes que parodian las películas de desarrollo personal, las telenovelas y las historias policiacas.

Eddie y Dixie (James Caan y Bette Midler) apoyaron y animaron a las tropas norteamericanas en tres guerras. A Eddie lo único que le importaba era la fama; el caso de Dixie era muy distinto: había perdido a su marido en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), había visto cómo su tío era acusado de comunista por sus propios amigos y cómo su hijo se enfrentaba a un destino atroz en Vietnam.