La actriz y activista Evan Rachel Wood utiliza su experiencia como superviviente de violencia doméstica para buscar justicia, curar heridas generacionales, y reclamar su historia. Casi una década después de escapar de una relación peligrosa, Wood es coautora y lucha con éxito para que se apruebe la Ley Phoenix, legislación que extiende el estatuto de limitaciones para los casos de violencia doméstica en California. Wood utiliza valientemente su propia experiencia para dar visibilidad al problema; en última instancia, en solidaridad con otras supervivientes.