Nick y Lilly, alegres padres de Michael, mantienen las apariencias tratando de subir un peldaño en la escala social. Son, o parecen, la típica familia americana de clase media. Pero muy pronto el pequeño Michael empieza a advertir que la familia patina sobre una quebradiza superficie de la realidad. Sus padres le mienten, ocultando un oscuro y sucio secreto relacionado con sospechosos manjares que papá trae a casa y mamá guarda en el frigorífico.

Michael Riley desea tener de nuevo 17 años y su deseo se convierte en realidad. Michael vuelve al instituto donde estaba enamorado de Laura por la que aún se siente atraído. Un sueño que se hace realidad es a veces más difícil de llevar que la realidad que lo precedió. Así lo descubre Michael Riley (Robert Urich) cuando de repente se convierte en un joven de 17 años.

Pittsburgh, 1901. Los hermanos Ed y Jack Biddle son acusados de asesinato y condenados a morir en la horca, a pesar de que mantienen su inocencia. En la prisión del condado conocen a la señora Soffel, esposa del alcaide que intenta reconfortarles llevándoles la palabra de Dios.

En un futuro cercano en el que el petróleo se ha agotado, la única manera de transporte es a través de automóviles eléctricos. Sin embargo, un veterano corredor decide desempolvar su viejo coche deportivo y cruzar el país, chupando gasoil de viejas estaciones de servicio abandonadas.

Joey acaba de empezar a trabajar con su padre conduciendo camiones. Es lo que siempre ha querido. Además tiene una familia maravillosa, una novia que le ama y un gran amigo que comparte su afición.

En un estudio de televisión, Dick Cavett entrevista al coronel Kasai, uno de los líderes de la sublevación, que vive en el exilio. Imágenes retrospectivas explican detalladamente el golpe de Estado llevado a cabo en un desconocido país de algún lugar de Europa. La acción se centra en la preparación de golpe, sus complicaciones, progresos, triunfos y, paradójicamente, su fracaso. (FILMAFFINITY)