Las gentes de un pueblo castellano viven una severa sequía que provocará que todos los que viven allí pierden la fe en Dios. Tan sólo un vecino seguirá creyendo y este hecho provocará que todo el pueblo descargué en él su venganza por lo que están viviendo.

Poco antes de abandonar su pequeño pueblo para dirigirse a la gran ciudad a estudiar, el joven Daniel recuerda cómo ha sido su infancia, rodeado de familiares y amigos.