Año 2056. Luo Feng es un joven de 18 años que a pesar de su corta edad y ser extremadamente pobre, logra sobresalir entre las personas de su edad siendo incluso el mejor de su escuela especializada en combate, es élite en diferentes tipos de pelea, y usará todas sus habilidades de entrenamiento para ser parte de estos Luchadores, existencias que incluso en rangos mayores son conocidas como Dioses de la Guerra.

El destino nunca había sido amable con Ji Ning. Aquejado de enfermedades y enfermo durante toda su vida en la Tierra, Ning supo muy pronto que moriría siendo un adolescente. Lo que no sabía era que realmente existía la vida después de la muerte y que el universo era un lugar mucho más grande de lo que pensaba. Un afortunado giro del destino (uno de los pocos en la vida de Ning) significó que Ning renaciera en un mundo de Inmortales y monstruos, de Refinadores de Ki y poderosos Dioses de la Ley, un mundo donde las Dinastías duraban millones de años. Un mundo más grande y a la vez más pequeño de lo que jamás pudo imaginar. Él tendría la oportunidad de unirse a ellos, y en esta vida, Ning se juró a sí mismo, ¡nunca más se permitiría ser débil! La Era en la que había nacido era una Era Desolada, pero Ning la convertiría en su Era.

En el mundo de Cang Yuan donde los humanos son el pan de cada día de los demonios, llegaron los dioses para sacarlos de esa precaria situación. Nuestro prota Meng Chuan, juró convertirse en el dios más fuerte y lavar el mundo con la sangre de los demonios. Vengando así a su madre y alcanzando la cima del camino de la practica