Después de que el gobierno decide incorporar la ciudad de Entenbach a la ciudad de Almendingen, las dos ciudades participan en una batalla de bromas para atraer a los turistas y cambiar esos planes.

Comedia erótica alemana

Vittorio (Rinaldo Talamonti) se hace pasar por homosexual para poder acercarse a la hija de un millonario, de vacaciones en Alemania. Desafortunadamente su chofer es gay, con lo cual se le crea un problema.

El protagonista de la película —la más convencional de Kluge desde el punto de vista narrativo— es Ferdinand Rieche, un ex comisario que, tras ser expulsado de la policía a raíz de su escaso entusiasmo por las limitaciones impuestas por el estado de derecho, encuentra trabajo como responsable de la seguridad de una planta química. Después de haber demostrado con creces su disparatado celo profesional y su mezquindad personal, Rieche vuelve a ser despedido y se propone poner al descubierto por cuenta propia las lagunas existentes en la protección que reciben los cargos políticos del país. En Ferdinand el radical tenemos, pues, una divertida sátira sobre uno de los personajes prototípicos de la Alemania de la época, el del pequeño-burgués fanáticamente obsesionado con la seguridad.

Alemania Federal, el doctor Bertholi se ve involucrado por la mala fortuna en una acción terrorista y resulta herido de gravedad en el cráneo por la policía. Las secuelas le dejan parcialmente inútil física y psíquicamente, sin motricidad y con el juicio nublado por el shock sufrido. Cuando empieza a recuperarse despierta en él un sentimiento de venganza hacia la policía.