Para recrear una fotografía sacada en 1974 durante la inauguración del metro de São Paulo, Pedro (Tony Ramos) reencuentra dos amigos de colegio que no veía hace 40 años. Si las crisis existenciales, envejecimiento, caminos y descaminos de cada uno de ellos no fueran suficientes, Pedro anuncia, para sorpresa general, que pretende quitarse la vida — pero no sin antes ver su equipo de fútbol ganar un campeonato.

Tras una larga temporada en la cárcel, Caco Antibes (Miguel Falabella) es finalmente liberado y vuelve a la actividad para planear un nuevo y grandioso golpe que involucra a toda su familia: Vavá, Casandra, Ribamar y Magda.

Joven, intensa y auténtica, Dani solo quiere una vida normal. Sin embargo, desde que era niña, ha estado desalineada con su mundo.